viernes, 25 de abril de 2014

Cuando los herederos quieren conservar el control…


Fuente
La sucesión en las empresas familiares y la expropiación de los accionistas externos

A veces, la sucesión en la empresa familiar se complica. Especialmente en las compañías controladas de facto (la familia ostenta una participación minoritaria pero el resto del accionariado está disperso) por el pater familias, los herederos desearán suceder a éste en el control sin tener que (porque no quieran o porque no dispongan de medios económicos) incrementar los recursos invertidos por la familia en la compañía. Es decir, la sucesión se complica, no por las malas relaciones entre padres e hijos o entre éstos, sino porque el entorno jurídico dificulta a los herederos mantener el control de la compañía familiar: los impuestos sobre sucesiones y donaciones pueden ser muy elevados, lo que puede obligar a la familia a vender activos, reduciendo aún más la participación minoritaria y perdiendo el control de facto; la creación de acciones privilegiadas – voto múltiple – estar prohibida (en todo caso, en nuestro país); “piramidizar” la empresa conservando el control de la compañía base a través del control de la compañía situada en el vértice de la pirámide no resultar posible (porque los accionistas externos a la familia no lo permiten); aumentar el capital y destinar las nuevas acciones a bajo precio a los herederos es ilegal etc…
En tales casos, los herederos pueden verse tentados de apoderarse del control de la empresa que dirigía su padre, simplemente, llevando a cabo transacciones vinculadas a través de las cuales se apoderan de los activos sociales. “Obligando” a contratar a la sociedad con otras compañías propiedad personal de los herederos en condiciones perjudiciales para la primera u obligando a ésta a financiar negocios privados de los herederos que luego se “aportan” a la compañía a precios inflados recibiendo a cambio acciones de ésta; utilizando a los empleados de la compañía; comprando acciones de las filiales etc., los herederos pueden aumentar su participación en la compañía controlada de facto por la familia hasta alcanzar una participación que les otorgue un control de iure e inexpugnable. El caso Bouygues, narrado hace algunos años por The Economist es paradigmático.

En este trabajo, los autores analizan los casos de este tipo para las empresas coreanas examinando si las transacciones vinculadas aumentan en número y volumen cuando los herederos se convierten en el principal accionista. El resultado es positivo:
las familias que controlan grupos de empresas hacen uso de transacciones vinculadas que benefician a las compañías en las que los herederos ostentan paquetes significativos de acciones y, de esa forma, favorecen el crecimiento de estas compañías, crecimiento que utilizan para reforzar su control sobre otras compañías del grupo”.

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